Al menos cinco civiles perdieron la vida y otros seis resultaron heridos -entre ellos un menor- luego de un bombardeo con misiles este sábado en Trípoli, Libia.
El ataque ha sido atribuido a las fuerzas del general Jalifa Hafter, quienes disputan el territorio con los grupos armados de Fayez al-Sarraj, los cuales son reconocidos por gran parte de la comunidad internacional.
De acuerdo con un responsable del Ministerio de Sanidad del llamado Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) -avalado por la ONU en la capital del país y liderado por al-Sarraj-, el atentado se produjo en la localidad de Farnaj. Según el informe, un cohete impactó en un edificio ocupado por algunas de las 200 personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares a causa de los combates.
«Había muchos más civiles en el edificio», señaló la fuente.
Por su parte, el portavoz de la operación «Volcán de la Ira», una plataforma que conjunta las milicias asociadas al GNA y a la ciudad-estado de Misrata, el coronel Muhamad Qanunu, indicó que en respuesta a la agresión, su Fuerza Aérea lanzó tres ataques contra la base de Al Wattia -ubicada en el extremo oeste de la nación- que resultaron en la destrucción de un sistema de defensa ruso y vehículos militares.
Tras el asesinato del dictador Maumar el Gadafi el 20 de octubre de 2011, Libia ha estado sumida en un conflicto civil que, según las cifras de Naciones Unidas, han causado la muerte de más de mil 500 personas durante el último años. Además, alrededor de 15 mil han sido heridos y 140 mil han tenido que desplazarse.
Desde que en abril de 2019 Hafter -al que apoyan Jordania, Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Rusia- desplegara un cerco en Trípoli para arrebatársela al GNA, el enfrentamiento, librado por milicias locales y mercenarios extranjeros, se ha recrudecido.
