
El deterioro del medio ambiente es más grave que la misma pandemia, pero además una de las consecuencias de los estragos del coronavirus será que los países pobres se verán obligados a explotar sus propios recursos naturales con tal de salir de sus crisis, señalaron biólogos e investigadores de la región.
Desde 1974, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) determinó celebrar cada año el Día Mundial del Medio Ambiente esto con el objetivo de emprender acciones a favor de la protección y el mejoramiento de nuestro planeta.
La bióloga Graciela Alcántara Salinas, del Centro de Estudios Geográficos, Biológicos y Comunitarios, S.C. (Geobicom), consideró que es necesario una educación ambiental, ya que actualmente se viven las consecuencias del deterioro ambiental, concretamente como la deforestación, el consumo de los recursos naturales y la alta contaminación, y en lo que respecta a Córdoba no se ha resuelto lo del reciclaje de los residuos que genera la población.
“Estamos viviendo los efectos a tope, no hay manera de dejar la cuestión ambiental a un lado, es una cuestión de prioridad y si queremos sobrevivir y si es que no queremos tener más pandemias, porque lo que se vislumbra es que esta es una de las cosas que puedan venir porque estamos acabando con toda la biodiversidad, entre más acabemos con la biodiversidad mayor contacto tendremos con especies que sean nocivas para el ser humano”.
Reconoció que la crisis ambiental es un problema mayor que la misma pandemia, ya que el desequilibrio del ecosistema que se da a nivel mundial es constante lo que también provoca un riesgo permanente para el ser humano, “por ejemplo, entre más ratones exista en un ecosistema, que deberían estar controlados por un depredador, entonces los ratones nos van a transmitir enfermedades”.
Mencionó que la región de las Altas Montañas tiene mayor riqueza que la de los Tuxtlas, sin embargo aún falta por conocer más sobre la diversidad de nuestra zona.
Dijo que en estos momentos también es importante el cuidado de los insectos que también son indispensables y debido a su papel polinizador dentro del medio ambiente, por lo que su ausencia significa hablar para el ser humano de un riesgo en la seguridad alimentaria.
Las crisis ambientales post-pandemia
Para el biólogo Guillermo Montealegre Quintero, la misma naturaleza está respondiendo a los efectos del ser humano, ya que existen incendios forestales sin precedentes en México, Brasil, Estados Unidos, Australia, países de la Unión Europea, China y Rusia, la
invasión de langostas en África y ahora la pandemia de covid-19, demuestran la relación tan frágil y complicada entre los humanos y el planeta.
“La llegada de zargazo a las costas mexicanas del caribe, se relaciona con la gran cantidad de sulfatos contenidos en jabones y detergentes que a diario se utilizan en millones de hogares mexicanos y que son vertidos al mar en las desembocaduras.
Estos impactos al ambiente implican también impactos en las sociedades y las economías mundiales”.
Montealegre Quintero, quien es también consultor ambiental en la zona centro del Estado de Veracruz, advirtió que la misma pandemia del Covid-19 traerá consecuencias que agravará el medio ambiente, debido a que las naciones más desfavorecidas se verán obligadas a explotar aún más sus recursos naturales para subsistir.
“Las consecuencias de la pandemia de covid-19 ya empiezan a impactar en la economía de todos los países del mundo y la consecuencia será que los países pobres extenderán el aprovechamiento de sus recursos naturales con tal de salir adelante y lograr pagar sus deudas con los países ricos, hipotecando el futuro de sus habitantes”.
Afirmó que si no somos capaces de quedarnos en casa y respetar las indicaciones que nos dan las autoridades para proteger nuestras vidas y las de nuestras familias, será muy difícil que la sociedad responda al llamado urgente de proteger el ambiente.
Con información de El Mundo