La titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, afirmó que, con la muerte de Ruth Bader Ginsburg, la lucha feminista pierde hoy a uno de sus mayores iconos.
En una publicación en Twitter, Sánchez Cordero señaló que la progresista jueza de la Corte Suprema de Estados Unidos revolución el Poder Judicial con su visión progresista en favor de los derechos de las mujeres
La encargada de la política interior mexicana expresó, además, que dejará un legado para quienes buscan un mundo más equitativo.
“Sin duda, ella deja un legado de fortaleza y determinación a quienes buscamos un mundo más equitativo”, señaló la ministra en retiro.
La encargada de la política interior mexicana expresó, además, que dejará un legado para quienes buscan un mundo más equitativo.
“Sin duda, ella deja un legado de fortaleza y determinación a quienes buscamos un mundo más equitativo”, señaló la ministra en retiro.
La jueza del Tribunal Supremo, Ruth Bader Ginsburg, murió este viernes a los 87 años convertida en adalid del feminismo y en un icono de la cultura pop con millones de fans que la homenajean por haber esculpido una doctrina legal que permitió hacer avances clave hacia la igualdad de género.
“Notorious (Reputada) R. B. G.” es la expresión con la que miles de memes compartidos en internet, impresos en camisetas y recreados en tatuajes honran a la que fuera la más anciana de los nueve magistrados del tribunal.
El mote proviene de “Notorious (Reputado) B.I.G.”, considerado uno de los raperos más influyentes de la historia de la música, con el que Ginsburg comparte su origen en Brooklyn (Nueva York) y, según sus seguidores, el carácter pionero de su carrera.
Cuando en 1956 Ginsburg comenzó a estudiar derecho en la Universidad de Harvard, solo otras ocho mujeres compartían pupitre con 500 hombres y, en la profesión jurídica, la representación femenina se limitaba al 3 por ciento, recuerda en su biografía “My Own Words” (“Mis propias palabras”).
Una mujer en un mundo de hombres
Ginsburg se adentró en un mundo reservado para los hombres y se topó con muchas dificultades. Se mudó a Nueva York en 1958 y, cuando ese mismo año se graduó como primera de su promoción, ningún bufete de abogados la contrató por el mero hecho de ser mujer.
Se concentró en el mundo académico y comenzó a dar clases en la Universidad de Columbia para unos años más tarde, en 1972, ser una de las fundadoras del Proyecto de Mujeres de la Unión para las Libertades Civiles en América (ACLU, en inglés), cuyo objetivo era cambiar las leyes para garantizar la igualdad efectiva entre hombres y mujeres.

